dimecres, 31 d’agost del 2011

Soneto XIII






Cuando en la noche te envuelven
las alas de tul del sueño
y tus tendidas pestañas
semejan arcos de ébano,
por escuchar los latidos
de tu corazón inquieto
y reclinar tu dormida
cabeza sobre mi pecho,
diera, alma mía,
 cuanto poseo,
¡la luz, el aire
y el pensamiento!


Cuando se clavan tus ojos
 en un invisible objeto
y tus labios ilumina
de una sonrisa el reflejo,
por leer sobre tu frente
el callado pensamiento
que pasa como la nube
del mar sobre el ancho espejo,
diera, alma mía,cuanto deseo,
¡la fama, el oro,
la gloria, el genio!


Cuando enmudece tu lengua
y se apresura tu aliento
y tus mejillas se encienden
y entornas tus ojos negros,
por ver entre sus pestañas
brillar con húmedo fuego
la ardiente chispa que brota
del volcán de los deseos,
diera, alma mía,
por cuanto espero,
la fe, el espíritu,
la tierra, el cielo


Gustavo Adolfo Bécquer


El poder de las palabras

Cuenta la historia que en cierta ocasión, un sabio maestro se dirigía a su atento auditorio dando valiosas lecciones sobre el poder sagrado de la palabra, y el Influjo que ella ejerce en nuestra vida y la de los demás. "Lo que usted dice no tiene ningún valor"- lo Interpeló un señor que se encontraba en el auditorio. El maestro le escuchó con mucha atención y tan pronto terminó la frase, le gritó con fuerza: "Cállate y siéntate, idiota, estúpido”.

Ante el asombro de la gente, el aludido se llenó de furia, soltó varias impresiones y, cuando estaba fuera de sí, el maestro alzó la voz y te dijo: "Perdone caballero, le he ofendido y le pido perdón; acepte mis sinceras excusas y sepa que respeto su opinión, aunque estemos en desacuerdo".

El señor se calmó y le dijo al maestro: "Le entiendo, y también pido disculpas y acepto que la diferencia de opiniones no debe servir para pelear, sino para mirar otras opciones".

El maestro te sonrió y le dijo: "Perdone usted que haya sido de esta manera, pero así hemos visto todos del modo más claro, el gran poder de las palabras: Con unas pocas palabras te exalté, y con otras pocas le calmé"

Las palabras no se las lleva el viento, las palabras dejan huella. Tienen poder e influyen positiva o negativamente...

Las palabras curan o hieren a una persona. Por eso mismo, los griegos decían que la palabra era divina y los filósofos elogiaban el silencio. Piensa en esto y cuida tus pensamientos, porque ellos se convierten en palabras; por lo que cuida tus palabras porque ellas marcan tu destino.

Medita sabiamente para saber cuándo y cómo hay que comunicarse, y cuándo el silencio es el mejor regalo para ti y para los que amas.

Eres sabio si sabes cuándo hablar y cuándo callar.

Piensa muy bien antes de hablar, cálmate cuando estés airado o resentido. Habla sólo cuando estés en paz. Recuerda que las palabras tienen poder y que el viento nunca se las lleva.

Recuerda:

"Una cometa se puede recoger después de echarla a volar, pero las palabras jamás se podrán recoger una vez que han salido de nuestra boca".

La ratonera

 
Cierto día un ratón, dispuesto a salir de su agujero en la pared, observó a los dueños de la casa, un granjero y su mujer, como se apresuraban para abrir un paquete que le habían enviado.

El ratoncito sintió una gran curiosidad por el contenido de dicho paquete y allí escondido se quedó mirando.

Quedó aterrorizado cuando descubrió el contenido, ya que era ¡¡una ratonera!!.

Corrió todo lo que pudo y salió de la casa gritando para advertir a todos los animales de la granja:

.-¡¡¡Hay una ratonera en casa, una ratonera, una ratonera!!!.

La gallina que estaba cacareando y picando algún que otro grano de trigo, levantó la cabeza muy tranquilamente y dijo:

.-Discúlpeme Sr. ratón. Yo entiendo que es un gran problema para usted y que se pueda poner muy nervioso, pero el problema es suyo y no entiendo el escándalo que está montando, a mí una ratonera no me perjudica para nada, vamos que no me importa...

El ratón viendo que en el corral no le hacían caso, se dirigió a un cordero que se encontraba tranquilamente saciando su sed y le dijo:

.-¡¡¡Hay una ratonera en casa, una ratonera, una ratonera!!!.

.-Discúlpeme Sr. ratón, usted con esos gritos me había asustado, no hay nada que yo pueda hacer, solamente pedir por usted. Quédese tranquilo que será recordado en mis oraciones.

El ratón se dirigió entonces a la vaca que se encontraba pastando y la señora vaca le dijo:

.-Pero ¿acaso yo estoy en peligro?. Pienso que no, es más ... estoy segura que no, ni ahora ni nunca...

Entonces el ratón volvió a casa, preocupado y abatido. Se metió en su boquetillo y pensó que tendría que andarse con muchísimo cuidado y afrontar el problema el solo.

Aquella noche, de pronto, se escuchó un gran barullo... como el de una ratonera atrapando a su víctima.

La mujer del granjero corrió para ver lo que la ratonera había atrapado. En la oscuridad de la noche, ella no vio que la ratonera atrapó la cola de una cobra venenosa, y la cobra mordió a la mujer.

El granjero la llevó inmediatamente al hospital. Ella volvió con mucha fiebre y su marido decidió hacerle un buen caldo para mejorarla. El, cogió su hacha y se dirigió al corral para hacerse con el ingrediente principal de la sopa: la gallina.

Como la enfermedad de la granjera continuaba y no mejoraba, los amigos y vecinos fueron a visitarla. Para alimentarlos, el buen hombre decidió matar el cordero.

A los pocos días, la pobre mujer acabó muriendo y el granjero entonces, vendió la vaca para cubrir los gastos del funeral.

¿Sabéis quién se quedó sólo en la casa?
 
La próxima vez que escuches que alguien tiene un problema y creas que como no es tuyo, no le debes prestar atención ... piénsalo dos veces.
 


Estoy aprendiendo

Yo estoy aprendiendo.
Estoy aprendiendo a aceptar a las personas, aún cuando ellas me decepcionan.
¿Tú sabes amar?
Cuando huyen del ideal que tengo para ellas.
Cuando me hieren con palabras o acciones impensadas.
Es difícil aceptar a las personas como son, no como yo deseo que ellas sean.
Es difícil, muy  difícil, pero estoy aprendiendo…
Estoy aprendiendo a amar.
Estoy aprendiendo a escuchar, escuchar con los ojos y oídos, escuchar con el alma.
Escuchar lo que dice el corazón, lo que dicen los hombros caídos, los ojos, las manos inquietas.
Escuchar el mensaje que se esconde por entre las palabras superficiales.
Descubrir la angústia disfrazada, la inseguridad enmascarada, la soledad encubierta.
Penetrar la sonrisa fingida, la alegría simulada, la vanagloria exagerada.
Descubrir el dolor de cada corazón.
Poco a poco, estoy aprendiendo a amar.
Estoy aprendiendo a perdonar.
Porque el amor perdona, lanza afuera las tristezas, y cura las cicatrizes que la incomprensión y la insensibilidad grabaron en el corazón herido.
El amor no alimenta heridas con pensamientos dolorosos, no cultiva ofensas con lástimas y autocompasión.
El amor perdona, olvida, extingue todos los trazos de dolor en el corazón.
Paso a paso, estoy aprendiendo a perdonar, a amar, estoy aprendiendo a descubrir el valor que se encuentra dentro de cada vida, de todas las vidas.
Valor enterrado por el rechazo, por falta de comprensión, cariño y aceptación, por las experiencias duras vividas a lo largo de los años.
Estoy aprendiendo a ver en las personas su alma, y las posibilidades que Dios les dió.
Estoy aprendiendo, pero ¡cómo  es de lento el aprendizaje!
¡Cómo, es de difícil amar Incondicionalmente!
Todavía tropezando, cometiendo errores, estoy aprendiendo…
(autor desconocido)

Las cuatro leyes de la espiritualidad


En la India se enseña las “Cuatro Leyes de la Espiritualidad”

La primera dice:
La persona que llega es la persona correcta”, es decir que nadie llega a nuestras vidas por casualidad, todas las personas que nos rodean, que interactúan con nosotros, están allí por algo, para hacernos aprender y avanzar en cada situación.

La segunda ley dice:
“Lo que sucede es la única cosa que podía haber sucedido”.
Nada, pero nada, absolutamente nada de lo que nos sucede en nuestras vidas podría haber sido de otra manera. Ni siquiera el detalle más insignificante.
No existe el: “si hubiera hecho tal cosa…hubiera sucedido tal otra…”. No. Lo que pasó fue lo único que pudo haber pasado, y tuvo que haber sido así para que aprendamos esa lección y sigamos adelante.
Todas y cada una de las situaciones que nos suceden en nuestras vidas son perfectas, aunque nuestra mente y nuestro ego se resistan y no quieran aceptarlo.

La tercera dice:
“En cualquier momento que comience es el momento correcto”.
Todo comienza en el momento indicado, ni antes, ni después. Cuando estamos preparados para que algo nuevo empiece en nuestras vidas, es allí cuando comenzará.

Y la cuarta y última:
“Cuando algo termina, termina”.
Simplemente así. Si algo terminó en nuestras vidas, es para nuestra evolución, por lo tanto es mejor dejarlo, seguir adelante y avanzar ya enriquecidos con esa experiencia.
Creo que no es casual que estén leyendo esto, si este texto llegue a nuestras vidas hoy; es porque estamos preparados para entender que ningún copo de nieve cae alguna vez en el lugar equivocado

Vive Bien, Ama con todo tu Ser y se Inmensamente Feliz!

Si un día tienes que elegir entre el mundo y el amor, Recuerda:
Si eliges el mundo quedarás sin amor,
pero si eliges el amor,
con él conquistarás al mundo”
Albert Einstein