diumenge, 16 de gener del 2011

Uno pierde lo que quiere

Perdí un juguete que me acompañó en mi infancia ...
Pero gané el recuerdo de quien me hizo ese regalo.
 
Perdí mis privilegios y fantasías del niño ...
Pero gané la oportunidad de crecer y vivir libremente.
 
Perdí a mucha gente que quise y amo todavía ...
Pero gané el cariño y el ejemplo de sus vidas.
 
Perdí momentos únicos de la vida porque lloraba en vez de sonreír ...
pero gané descubriendo que es sembrando amor como se cosecha amor.
 
Yo perdí muchas veces y muchas cosas en mi vida ...
Pero junto a ese "perder" hoy intento el valor de "GANAR".
 
¡¡ Porque siempre es posible luchar por lo que amamos!!
¡¡Y siempre hay tiempo para empezar de nuevo!!

Felicidad

La felicidad es una mariposa que sale volando cuando la persigues pero que puede posarse a tu lado, si te sientas tranquilamente a mirar".
(Nathaniel Hawthorne)


El concepto de felicidad es muy diferente de unas personas a otras y aunque hay cosas y sensaciones que pueden ser comunes, los gozos de unos pueden ser la pesadilla de otros; así, el escalador es feliz arriesgando su vida para vencer a la montaña mientras que una persona normal sentiría pánico por verse expuesta a esos riesgos.
Algunas personas son felices llevando una vida tranquila y segura mientras otras se mueren de aburrimiento si no hay en su vida cambios, novedades y fuertes excitaciones.
La felicidad depende más de lo que ocurre dentro que de lo que nos sucede fuera; de las ideas que tenemos sobre nosotros mismos y sobre la vida.
Depende de todos los misterios que viven en el Bosque Mágico de tu Mente.
Dentro de tu mente lo tienes todo.
El Sol y la Luna, Las montañas y los valles.
Los colores del amanecer y las sombras de la noche.
La alegría de las cascadas y la niebla espesa que empapa el alma de nostalgias infinitas.
Dentro de tu mente está la mano que te acaricia y la piel que tanto añoras.
Si buscas dentro de tu mente, siempre encontrarás razones para ser feliz y también para permanecer en la tristeza.
Porque tu felicidad no depende de lo que haces ni tampoco de lo que tienes.
No depende de cómo sea tu cuerpo ni de que tengas más o menos dones.
Sólo depende de lo a gusto que estés
con lo que haces,
con lo que tienes,
con tu cuerpo
y con tus dones.
Básicamente, la Felicidad depende de que realmente quieras ser feliz y estés tan a gusto contigo mismo como para poder sentir todo el Amor de la Vida que te ha permitido existir.
(Autor desconocido)


Llénate de mi

Llénate de mí.
Ansíame, agótame, viérteme, sacrifícame.
Pídeme. Recógeme, contiéneme, ocúltame.
Quiero ser de alguien, quiero ser tuyo, es tu hora,
Soy el que pasó saltando sobre las cosas,
el fugante, el doliente.

Pero siento tu hora,
la hora de que mi vida gotee sobre tu alma,
la hora de las ternuras que no derramé nunca,
la hora de los silencios que no tienen palabras,
tu hora, alba de sangre que me nutrió de angustias,
tu hora, medianoche que me fue solitaria.

Libértame de mí. Quiero salir de mi alma.
Yo soy esto que gime, esto que arde, esto que sufre.
Yo soy esto que ataca, esto que aúlla, esto que canta.
No, no quiero ser esto.

Ayúdame a romper estas puertas inmensas.
Con tus hombros de seda desentierra estas anclas.
Así crucificaron mi dolor una tarde.

Quiero no tener límites y alzarme hacia aquel astro.
Mi corazón no debe callar hoy o mañana.
Debe participar de lo que toca,
debe ser de metales, de raíces, de alas.
No puedo ser la piedra que se alza y que no vuelve,
no puedo ser la sombra que se deshace y pasa.
V No, no puede ser, no puede ser, no puede ser.
Entonces gritaría, lloraría, gemiría.

No puede ser, no puede ser.
Quién iba a romper esta vibración de mis alas?
Quién iba a exterminarme? Qué designio, qué, palabra?
No puede ser, no puede ser, no puede ser.
Libértame de mí. Quiero salir de mi alma.

Porque tú eres mi ruta. Te forjé en lucha viva.
De mi pelea oscura contra mí mismo, fuiste.
Tienes de mí ese sello de avidéz no saciada.
Desde que yo los miro tus ojos son más tristes.
Vamos juntos. Rompamos este camino juntos.
Ser, la ruta tuya. Pasa. Déjame irme.
Ansíame, agótame, viérteme, sacrificarme.
Haz tambalear los cercos de mis últimos límites.

Y que yo pueda, al fin, correr en fuga loca,
inundando las tierras como un río terrible,
desatando estos nudos, ah Dios mío, estos nudos,
destrozando,
quemando,
arrasando
como una lava loca lo que existe,
correr fuera de mi mismo, perdidamente,
libre de mí, Curiosamente libre.
¡Irme, Dios mío, irme!

Pablo Neruda

Amor

Cuando yo me vaya
Cuando yo me vaya, no quiero que llores,
Quédate en silencio sin decir palabras,
Y vive recuerdos, reconforta el alma.
Cuando yo me duerma, respeta mi sueño
Por algo me duermo, por algo me he ido.
Si sientes mi ausencia, no pronuncies nada
Y casi en el aire con paso muy fino
Búscame en mi casa, Búscame en mis cartas,
Entre los papeles que he escrito apurado.
Ponte mis camisas, mis sweaters, mi saco,
Y puedes usar todos mis zapatos.
Te presto mi cuarto, mi almohada, mi cama,
Cuando haga frío, ponte mis bufandas.
Te puedes comer todo el chocolate
Y beberte el vino que dejé guardado.
Escucha ese tema que a mí me gustaba,
Usa mi perfume y riega mis plantas.
Si tapan mi cuerpo no me tengas lástima
Corre hacia el espacio, libera tu alma,.
Palpa la poesía, la música, el canto
Y deja que el viento juegue con tu cara,
Besa bien la tierra, toma toda el agua,
Y aprende el idioma vivo de los pájaros.
Si me extrañas mucho, disimula el acto.
Búscame en los niños, el café, la radio,
y en el sitio ése donde me ocultaba.
No pronuncies nunca la palabra muerte.
A veces es más triste vivir olvidado
Que morir mil veces y ser recordado.