dimecres, 12 d’octubre del 2011

Si yo tuviera mi vida para vivirla de nuevo

Me habría ido a la cama cuando estaba enferma en vez de pretender que la tierra se pararía si yo no estuviera en ella al día siguiente.
Hubiera encendido la vela rosada en forma de rosa antes de que se derritiera guardada en el armario.
Habría invitado a mis amigos a cenar sin importar que la alfombra estuviese manchada y el sofá descolorido.
Habría comido las palomitas de maíz en el "salón de las visitas" y me habría preocupado menos de la suciedad cuando alguien quisiese prender el fuego en la chimenea. Me habría dado el tiempo para escuchar a mi abuelo divagando sobre su juventud. Habría compartido más de las responsabilidades que llevaba mi marido.
Nunca habría insistido en llevar cerradas las ventanas del carro en un día de verano porque me acababa de peinar y no quería que mi pelo se desarreglara. Me habría sentado en el prado sin importar las manchas de la hierba. Habría llorado y reído menos viendo televisión y más mientras vivía la vida. Nunca habría comprado algo debido a que era práctico, no se ensuciaba o estaba garantizado para durar toda la vida.
En lugar de evitar los nueve meses de embarazo, habría atesorado cada momento y comprendido que la maravilla que crecía dentro de mi, era mi única oportunidad en la vida de asistir a Dios en un milagro. Cuande mis hijos me besasen impetuosamente, nunca habria dicho "más tarde, ahora ve y lavate para la cena", Habría habido mas "te quiero" y más "lo siento"
Pero sobre todo, quiero darle otra oportunidad a la vida, quiero aprovechar cada minuto. Mirar las cosas y realmente verlas... vivirlas y nunca volver atrás. ¡DEJAR DE PREOCUPARME POR LAS COSAS PEQUEÑAS!!! No te preocupes sobre a quien no le agradas, quien tiene más o quien hace que. En lugar de eso, atesoremos las relaciones que tenemos con aquellos que de verdad nos quieren."los amigos mantienen el mundo en movimiento.

Erma Bombeck (escrito después que ella descubriera que estaba muriendo de cáncer).


Erma Bombeck fue una humorista americana, dedicada a escribir una columna en la prensa, donde describía la vida hogareña cotidiana de los suburbios con un amplio y elocuente sentido del humor. Entre 1965 y 1996 publicó más de 4,000 artículos que fueron leidos por más de 30 millones de lectores.

Cuando me necesites


Cuando me necesites,
búscame en el silencio de tu noche
te miraré a través de las estrellas
y desde la luna escucharé tu voz,
iluminaré tu rostro, me reflejaré en tu mirada
y con una suave brisa te acariciaré.

Cuando me necesites,
búscame en el murmullo del viento
escucha sus sonidos, en ellos te hablaré,
te susurraré un te quiero con las hojas,
que rozan tu cuerpo,
y en el suave aroma que despiden,
un té extraño te regalaré.

Cuando me necesites búscame en el correr del río,
entrégame tus miedos, que yo me los llevaré,
te daré a cambio,mi amor tan cristalino,
y te bañaré en caricias al rozar tu piel.

Cuando me necesites,
búscame en las montañas,
te sembraré el camino de capullos de algodón,
para que sigas mis huellas, y encuentres mi vida
para unir nuestros deseos, y que me hables de tu amor.

Cuando me necesites,
sólo tienes que pensarme,
cerrarás tus ojos y a tu lado estaré
me enseñarás tu vida, aprenderé de tus silencios,
y en ellos, como siempre, tu amor encontraré.

Ya no tienes que llamarme,
si estoy aquí a tu lado,
donde quiera que vayas, junto a ti estaré,
no me digas nada, solo tienes que sentirme...
en un bosque, en la montaña, en el murmullo del
viento y en las caricias que en el río yo dejé sobre tu piel.

Cuando me necesites ¡Aquí estaré!