divendres, 2 de setembre del 2011

Santo del día


JACOB Y RAQUEL DE William Dyce
Santos del día 2 de Septiembre

Raquel, Antolín, Brocardo, Calixta, Elpidio, Filadelfo, Ingrid, Máxima.

RAQUEL

Nombre hebreo (Rahel) que significa "oveja". Para un pueblo nómada y pastor como los israelitas, éste era un gran nombre. Era una expresión de ternura el sobrenombre de oveja. La bellísima historia de amor que envuelve este nombre ha hecho que desde la primera Raquel hace ya cerca de tres mil años, hasta el presente, nunca haya dejado de llevarse.

Raquel es la esposa amada de Jacob. Viajó éste a Mesopotamia, a ver a su tío Labán. Raquel, la hija menor de éste, salió a su encuentro. Jacob se enamoró de ella en cuanto la vio. Fue un flechazo. Propuso a Labán quedarse a trabajar siete años para él a cambio de que se la concediese como esposa. Aceptó Labán, y se quedó con él Jacob, haciendo prosperar sus rebaños. Al cabo de los siete años, en la ceremonia de la boda el padre le entregó la mujer cubierta con el velo nupcial (que no era transparente como ahora). Y tras la ceremonia, ya anochecido, la introdujo en su tienda. Al día siguiente, con la luz del sol, supo Jacob que con quien se había casado no era con Raquel, sino con su hermana Lía. Protestó Jacob ante su tío, pero éste le dijo que su obligación de padre era casar antes a la hija mayor. Tuvo que aguantarse Jacob. No podía ya repudiar a Lía. Le ofreció a su tío por tanto, trabajar otros siete años por conseguir a Raquel. Y así lo hizo. Al cabo de ese tiempo, Raquel pasó a ser la segunda mujer de Jacob, ella que era la primera en su corazón. No lo tuvo fácil Raquel con su hermana Lía. Los celos le complicaron mucho las cosas. El corazón de Jacob estaba por Raquel y el de Raquel por Jacob. Para colmo resultó que tuvo que llorar su esterilidad durante varios años, hasta que Dios se apiadó de ella y tuvo un hijo, al que llamó José, diciendo: "añádame Yahvé otro hijo". Cuando quiso irse Jacob a su tierra, aún se empeñó Labán en retenerlo otros seis años a cambio de partir con él los rebaños. Vueltos por fin a Palestina, yendo Jacob a ver a su padre Isaac, Raquel, que estaba de nuevo embarazada, sintió por el camino los dolores del parto. Al dar a luz, viendo que se moría, le puso al niño el nombre de Benoni, que significa "hijo de mi dolor". Pero Jacob se lo cambió por el de Benjamín, que significa "hijo de mi diestra". (Su diestra era Raquel). José y Benjamín fueron los preferidos de Jacob. Eso hizo que se levantara la envidia de sus hermanos. Lloró Jacob amargamente a Raquel cuando murió y la enterró cerca de Belén, y le construyó una tumba que todavía hoy se mantiene en pie en memoria de su gran amor. Celebran su onomástica las Raquel el 2 de septiembre, en que se conmemora una santa matrona de este nombre, o el 2 de mayo, en que se conmemora santa Raquel, monja.

Un nombre muy hermoso, el de Raquel, que halaga los oídos y llega al corazón. Tras él hay una recia historia de amor y de vida. La primera historia de amor de nuestra cultura. Es también nombre de flor, conocida por otro nombre como azucena de Güernesey, de un color rojo cereza, que al sol produce la ilusión de presentar puntos dorados. Es delicada, necesita calor en invierno y sólo florece la planta cada tres años. Toda una alegoría del amor verdadero, que no es ni tan fácil ni tan frecuente como nos gustaría. 

¡Felicidades, Raquel, por tan bello nombre!

Fuente: elalmanaque.com

Tumba de Raquel



TUMBA DE RAQUEL EN BELÉN

Raquel (en hebreo רחל, ‘oveja’) es la segunda esposa y favorita de Jacob y madre de José y Benjamín, mencionada por primera vez en el Génesis de la Biblia hebrea. Es la hija de Labán y la hermana menor de Lea, la primera esposa de Jacob. Éste era su primo, pues su madre, Rebeca, era hermana de Labán

Jacob viajó hasta la casa de Raquel, enviado por su madre Rebeca para evitar que lo matase su hermano Esaú, y posiblemente con la intención de que encontrase una esposa. Halló a Raquel y quiso casarse con ella, pero fue engañado por Labán para desposar a Lea. Trabajó siete años como pastor para Labán a cambio del derecho a desposar a Raquel, pero en la noche de bodas Labán vistió a Lea con el traje nupcial y el velo y la llevó ante Jacob. Según Rashí, Jacob y Raquel sospecharon que Labán intentarían un truco como ese, así que acordaron una serie de señas con la que la novia velada se identificaría ante el novio. Sin embargo, cuando Raquel vio que su padre llevaba a Lea al palio nupcial, no pudo soportar ver a su hermana deshonrada en público y le reveló las señas acordadas con Jacob.

Cuando Jacob descubrió el engaño con la luz del día, el matrimonio ya había sido consumado. Jacob aceptó el engaño de Labán y se ofreció a trabajar otros siete años para poder casarse también con Raquel (véase Génesis 29). Junto con sus hijas, Labán también envió dos sirvientas (algunos dices que las hermanas menores de Raquel y Lea), Bila y Zilpa. Cada una de ellas sería más tarde desposada por Jacob.

Cuando se presenta a Raquel en el texto (Gén. 29:17) se la describe cariñosamente como «de hermosa formas y de hermosa apariencia» (hebreo: וְרָחֵל הָֽיְתָה יְפַת־תֹּאַר וִיפַת מַרְאֶה).

Mientras Lea engendró a cuatro hijos en rápida sucesión, Raquel fue incapaz de concebir durante muchos años. Ofreció a su sirvienta (Bila) a su marido en matrimonio, como era costumbre, y bautizó a los dos hijos que ésta le dio, indicando que habrían de ser sus sucesores. Finalmente, después de que Lea le diera otros dos hijos y una hija a Jacob, Raquel tuvo dos hijos. Murió durante el parto en el undécimo días del mes hebreo de Jeshván y fue enterrada por Jacob en el camino a Efrata, justo a las afueras de Belén. Actualmente la tumba de Raquel, situada entre Belén y el barrio de Gilo (Jerusalén), es visitada por decenas de miles de turistas cada año.


En Jeremías 31:15 el profeta habla de «Raquel que llora a sus hijos». Esto se interpreta en el Judaísmo como un llanto de Raquel por un fin para los sufrimientos de sus descendientes y los exilios que siguieron a la destrucción del Primer Templo de la antigua Jerusalén. Según el Midrash, Raquel habló ante Dios: «Traje a mi rival (Lea) a mi casa, ¿no puedes Tú perdonar a Tus hijos, que trajeron un simple ídolo de madera y piedra a Tu casa (el Templo de Jerusalén)?» Dios aceptó su súplica y prometió que, finalmente, el exilio terminaría y los judíos regresarían a su tierra.



Orientado en la dirección de Hebrón, el complejo de la Tumba de Raquel está a la derecha detrás del muro. El camino a la izquierda de la casa conduce a la Plaza del Pesebre. La Tumba de Raquel y la zona circundante que han encerrado detrás de la pared es todo tierra de Belén. En septiembre de 2006 el gobierno israelí anexionó esta tierra como parte de Jerusalén.(E.J.)