dimarts, 2 d’agost del 2011

Sinceridad


Jamás te pongas una máscara. Si te enfadas, enfádate. Es arriesgado, pero no sonrías, porque eso equivale a la falsedad. Pero te han enseñado que cuando estás enfadado debes sonreír. Entonces tu sonrisa es falsa, una máscara, un simple ejercicio con los labios, nada más. El corazón lleno de cólera, de veneno, y los labios sonrientes: te conviertes en un fenómeno falso.Entonces también ocurre lo contrario: que cuando quieres sonreír, no puedes. Tu mecanismo se ha vuelto del revés, porque cuando querías enfadarte no lo hacías, cuando querías odiar no odiabas. Ahora quieres amar, y descubres que el mecanismo no funciona. Quieres sonreír, y tienes que forzarte a ello. Tu corazón está lleno de sonrisas y quieres reírte en voz alta, pero no puedes. Algo se sofoca en el corazón, en la garganta. La sonrisa no aparece, o si aparece, es débil, está muerta. No te hace feliz, no estás contento, no estás radiante.Cuando quieras enfadarte, enfádate. Enfadarse no es malo. Si quieres reír, ríe. Reír no es malo. Empezarás a ver que tu organismo funciona, y cuando realmente funcione, emitirá como un zumbido, como zumba un coche que funciona bien. El conductor que aprecia su coche sabe que todo funciona, que hay una unidad orgánica: el mecanismo funciona bien.Se nota: cuando el mecanismo de una persona funciona bien se oye el zumbido a su alrededor. Camina, pero en sus pasos hay una especie de danza. Habla, y sus palabras contienen una sutil poesía. Te mira realmente, no con una mirada tibia, sino cálida de verdad. Cuando te toca,te toca de verdad; notas que su energía se transmite a tu cuerpo, que te transfiere una corriente de vida... porque su mecanismo funciona bien.No te pongas máscaras, porque crearás disfunciones en tu mecanismo, bloqueos. Existen múltiples bloqueos en tu cuerpo. A una persona que lleva tiempo suprimiendo la cólera se le bloquea la mandíbula. La cólera asciende por la mandíbula y allí se queda. Se le ponen las manos feas: no tiene el movimiento grácil del bailarín, porque la cólera llega hasta los dedos, que se quedan bloqueados. Recuérdalo: la cólera tiene dos vías de escape, una en los dientes, la otra en los dedos.Cuando se enfadan, todos los animales muerden o desgarran. De modo que las uñas y los dientes son los dos puntos por donde se libera la cólera.Sospecho que cuando una persona reprime la cólera tiene problemas con los dientes, porque se acumula demasiada energía que no se libera. Y quienes reprimen la cólera comen más: las personas enfadadas comen más porque los dientes necesitan ejercitarse. Y también fuman más. Las personas enfadadas también hablan más: pueden hablar de forma obsesiva, porque sus mandíbulas necesitan cierto ejercicio para liberar un poco la energía. Y sus manos se ponen feas, nudosas. Si liberasen la energía, sus manos serían preciosas.Cuando reprimes algo, hay una parte del cuerpo que reacciona ante la emoción. Si no quieres llorar, los ojos perderán brillo, porque las lágrimas son necesarias: son un fenómeno vivo. Si lloras de vez en cuando, pero de corazón, y se te inundan los ojos de lágrimas, se te limpian los ojos, como si fueran nuevos y vírgenes.Por eso las mujeres tienen los ojos más hermosos, porque aún son capaces de llorar. Los hombres han perdido esa belleza por la absurda idea de que los hombres no deben llorar.

Fuente: Libro Intimidad de Osho


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