dimarts, 26 de juliol del 2011

Sentimientos del Heroe


La noche cae lenta y pausadamente, es una fría noche de otoño, oscura y sin apenas luna. Y como cada noche, la Villa duerme y descansa, bajo la mirada atenta, de su fiel guardián, que todo lo observa, que todo lo escucha.
En esta noche, el silencio, solo es interrumpido, por el suave roce, que mas que sentirse, se adivina, de la fina tela de su capa, ondeando por el suave viento, al desplazarse de tejado en tejado, vigilante y atento, En el fondo de su corazón, agradece la tranquilidad de la noche, sabe que sus sentidos no están alerta, no puede evitar pensar, y sus pensamientos siguen prendidos en aquel tejado, tan conocido y querido, cruel y amargo a la vez, que sabe tanto de él, donde hace apenas unas noches, su alma fue sacudida, por una profunda tristeza, AL DESCUBRIRLA, allí, sentada, , temblando, derramando lagrimas de impotencia, ante la triste realidad , de una carta, de unas frases, que por unos instantes, la hicieron elevarse a las estrellas, tocar el cielo con la punta de sus dedos, en el tejado, trata de esconder su decepción, sus lagrimas, al saber que no iban dirigidas a ella, ese nuevo dolor, callado, que la hunde mas allá de la profundidad de la tierra, mas allá de la profundidad del averno.
Se quedo un momento, quieto, paralizado ante la imagen, tomo varias bocanadas de aire, que parecían no llegar a sus pulmones. Una presión en el centro del pecho, lo impedía. Se le hacia muy difícil enfrentarse a aquella situación, pero sabía que debía hacerlo., lo tenia que hacer.
Escucho su propia voz, como si no saliera de su garganta
--¿Parece que necesitas desahogarte?
--¿ A ti te gusta que te miren cuando lloras? Su voz sonaba rota, hundida, ahogada por su llanto
Hizo intención de alejarse, cuando todo su cuerpo clamaba por abrazarla, protegerla, consolarla, por decirla lo que su corazón y su cuerpo no eran ya capaces de callar, Escuchó su voz como en un susurro
--Perdona
Tuvo que acudir tenazmente a todo su autocontrol, para acercarse a ella y no tomarla entre sus brazos, recostarla en su pecho, acariciarla , decirle quedamente a su oído la verdad sobre aquella carta, que nunca olvido su primer amor, y su única pasión.
Se sorprendió al escuchar de nuevo su voz, su cuerpo estaba allí, hablando, su mente volaba hacia el cielo en un grito ahogado de clemencia, en un grito de perdón
--¿Tienes miedo que se acabe el mundo?
--¿Miedo? Es lo que mas deseo en este momento
-- No digas eso
-- Tu no lo entiendes, yo no sé por que… pero no consigo olvidar a alguien…Debería haberle olvidado hace ya mucho tiempo, pero no puedo…. No puedo – hablaba para sí misma, mas que para él, interrogando a su propio corazón, el por que de aquel nuevo dolor
--Te entiendo
Ella levantó la cabeza, clavando en él su mirada, como si acabara de darse cuenta que seguía allí, a su lado
-- No creo, pero gracias
Necesitaba que sus ojos no siguieran clavados en los suyos, o todo el autocontrol del mundo, no seria suficiente para evitar lo que su cuerpo le pedía, le imploraba.
De nuevo su cordura venció

-- Cierra los ojos, hazme caso, cierra los ojos y escúchame- ella cerro los ojos, el sintió como si la luz del mundo se apagara, el cielo negro se tornó
Volvió a escuchar su propia voz
--Todo esta bien, Margarita
--Todo pasará. El dolor de ahora
Pronto quedara atrás y la olvidaras
Olvidaras a esa persona y serás feliz
Calló,
Admiró su bello rostro, saboreó su cercanía, inundó sus sentidos de su olor, el aroma que desprendía su cuerpo, lo envolvió, sus labios rojos entreabiertos…..
Su cordura, claudicó
Fue un beso dulce, suave, por fin el cielo se compadeció

Oyó una carcajada irónica, la sintió en su interior—¿hablas para ella o para ti?- la voz
irónica, de su interior, le preguntó.
Su coraza entera se rompió,
Volvió a sentirse adolescente….. Y huyó

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