dimarts, 2 d’agost del 2011
Carta de una madre
Te dí la vida, pero no puedo vivirla por ti
Puedo enseñarte muchas cosas, pero no puedo obligarte a aprender.
Puedo dirigirte, pero no responsabilizarme por lo que haces.
Puedo instruirte en lo malo y en lo bueno, pero no puedo decidir por ti.
Puedo darte amor, pero no puedo obligarte a aceptarlo.
Puedo enseñarte a compartir, pero no puedo forzarte a hacerlo.
Puedo hablarte del respeto, pero no te puedo exigir que seas respetuoso.
Puedo aconsejarte sobre las buenas amistades, pero no puedo escogerlas por ti.
Puedo educarte sobre el sexo pero no puedo mantenerte puro.
Puedo contarte sobre la vida, pero no puedo edificarte una reputación.
Puedo decirte que el alcohol es peligroso, pero no puedo decir NO por ti.
Puedo advertirte acerca de las drogas, pero no puedo evitar que las uses.
Puedo exhortarte a la necesidad de tener metas altas, pero no puedo alcanzarlas por ti.
Puedo enseñarte acerca de la bondad, pero no puedo obligarte a ser bondadoso.
Puedo amonestarte en cuanto al pecado, pero no puedo hacerte una persona moral.
Puedo explicarte cómo vivir, pero no puedo darte vida eterna.
Puedes estar seguro que me he esforzado hasta el máximo para darte lo mejor de mi.... porque TE QUIERO... Pero lo que hagas de tu vida dependerá de ti, aún cuando siempre estés junto a mí .
Las decisiones las tomarás TU. Sólo le pido a Dios que te ilumine para que tomes las correctas.
La vida es el regalo que Dios nos hace
La forma en que vivas TU vida, es el regalo que te haces a TI.
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